Beronia, Chinchón, Lepanto, NOMAD Outland whisky, The London No. 1, Tío Pepe y The Dalmore, son algunos de los grandes nombres que son parte de Casa Pedro Domecq, cuyo nombre es mundialmente conocidos. Hablar de Domecq es sinónimo de tradición, cultura, experiencia y calidad, y que reúne en su portafolio sólo lo mejor para sorprendernos en cada trago.
La historia comenzó en 1730 en Jerez de la Frontera, por lo que es una de las empresas de renombre más longevas que existen, y justo en el inicio del nuevo siglo, en 1800, se abrió a los mercados internacionales en Europa y América. Después de viajes, análisis del clima y del suelo, y por el gran amor que México despertó en los corazones de la familia Domecq, se decidió instalar la primera planta de añejamiento en el Estado de México, para crear el primer brandy mexicano, Brandy Presidente, en 1958, y tan solo dos años después se concretó el proyecto de vino mexicano en el Valle de Guadalupe.
Desde la fundación de la bodega, se cambió la percepción del vino mexicano, ganándose el corazón de los conocedores y de quienes se inician en este fantástico mundo vinícola. Después de una extensa renovación, visitar la bodega no se limita a la compra de vino, sino que es toda una experiencia sensorial, pues a través de recursos digitales, nos narra la historia del vino mexicano desde los primeros misioneros hasta la actualidad.
Chateau Domecq, el vino icónico de Bodegas Domecq, presenta su nueva campaña “Trazando el Rumbo”, un proyecto que ha involucrado el talento de un equipo multidisciplinario que se dio a la tarea de colocar al consumidor al centro de la comunicación. Convirtiéndose en la primera marca de vinos mexicanos en realizar este gran esfuerzo por el bien de la viticultura de nuestro país, de la tradición de un nombre tan importante como lo es Bodegas Domecq, y de la satisfacción de sus consumidores.
A través de herramientas de neuromarketing, creatividad publicitaria, y toda la trayectoria y experiencia de Bodegas Domecq, lograron revelar los espacios en los que habita Chateau Domecq dentro de la mente de sus consumidores, extrayendo los momentos clave de su experiencia de consumo, convirtiéndolos en una historia emocional.
Es así como Bodegas Domecq se reafirma como el referente de la enología mexicana, no solo por su tradición y confianza puestas en cada botella desde hace 40 años, sino por su innovación en la forma de acercarse a sus consumidores.
Bodegas Domecq, a través de Trazando el Rumbo, va más allá de la clásica campaña de producto que presenta los atributos organolépticos del vino y maridajes, como se suele hacer en la industria. Trazando el Rumbo es una expresión de cómo Chateau Domecq, a lo largo de su historia, ha construido un prestigio que ha trascendido en el tiempo y ha cruzado fronteras.
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