Después de intensas investigaciones durante tres generaciones, Georg Riedel y su hijo Maximiliam, se retaron a ellos mismos y a los grandes éxitos que ha tenido su empresa, para ir un paso más delante de sus propios sueños. Empleando todos sus conocimientos sobre el diseño funcional, las características de cada tipo de uva, y claro, sobre cristal fino, pudieron crear la más reciente colección de copas: Riedel Performance.
En la colección Performance, cada copa está diseñada y es finamente moldeada para despertar las notas características de los tipos de uva para las que fueron diseñadas. Cada parte de la copa, desde la forma del globo, el volumen, el diámetro y hasta el arco que tocará los labios, son metódicamente diseñados para canalizar el vino a zonas específicas de la boca y la lengua, logrando una sinfonía entre la fruta, la acidez y los aromas.
La precisión en el diseño de las copas Performance, al igual que en todas las colecciones, nos muestra cómo la forma y el cristal fino cambian dramáticamente la experiencia que tenemos con el vino. La mejor manera de descubrir el maravilloso efecto de la forma de las copas sobre la percepción del vino, es haciendo una cata con el mismo vino servido en diferentes copas. Al probarlos, no importa si se trata de un sommelier experimentado o un gran conocedor, invariablemente todos creen que se trata de vinos diferentes.
Las copas están diseñadas para hacer brillar a la fruta, para honrar el largo y dedicado proceso que la convirtió en vino, y para acariciar nuestros sentidos como nunca antes. En los únicos aspectos en que las copas no influyen son la temperatura, la textura, el peso, la acidez y la mineralidad.
Cada copa está diseñada para dejar salir las sutilezas del vino, al apaciguar la presencia del alcohol y resaltando los aromas y sabores. Cada elemento del vino, se beneficia de la forma de la copa, y nos permite probar distintos aspectos del sabor. Para lograr estos resultados, en Riedel se han transmitidos conocimientos de una generación a otra, aprendiendo de la prueba y el error, y después, incorporando conocimientos científicos y anatómicos.
En Riedel se comprende que la lengua es capaz de percibir sabores dulces y salados, y que en conjunto con el olfato es como se logra obtener sabores matizados. Así es como se logra que cuando el vino entre en contacto con determinados puntos de la lengua, nos hace descubrir y saborear sus aromas.
La línea Performance está diseñada específicamente para las variedades de uva Chardonnay, Riesling, Pinot Noir y Cabernet. Su elaboración implica una alta destreza en el modelado del cristal, pues su base se elabora a partir de un pequeño plato de vidrio prensado en una máquina hasta un diámetro de 10 centímetros y luego tirado mientras está fundido para crear un vástago sin añadiduras, un método único que no lo hace nadie más.
Su proceso de elaboración es a mano empleando cristal fino, y en su diseño nos muestra un impacto óptico, el primero en su tipo, que además de ser estéticamente bello, aumenta el área de superficie interna con lo que se transforma la apreciación del vino, y es la colección perfecta para exhibir y degustar nuestros vinos más finos.
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