Al viajar por Europa, son tantas las bellezas que estimulan los sentidos, que llegamos a sentirnos parte de una gran obra de arte viviente. En Francia, su enorme patrimonio cultural está a nuestro alcance con conexiones rápidas y estratégicas entre las ciudades y las estaciones de trenes, basta con escoger las ciudades que deseamos descubrir para que Rail Europe nos transporte a ellas, rodeados de comodidades, un servicio espectacular y las vistas más románticas del país.
Viajar por tren con Rail Europe es una experiencia inspiradora, que nos permite descubrir paisajes que de otra forma no podríamos admirar, además de ser más mágico y nostálgico que los viajes en avión de una ciudad a otra: no hay que hacer registros, ni hay límite de equipaje, y muchas veces mientras esperamos, podemos sentir el aire fresco acariciando nuestros rostros, o admirar la bella arquitectura de las estaciones.
Rail Europe nos permite descubrir Francia en todos sus aspectos, llevándonos desde su impresionante Ciudad de la Luz, París, pasando por Versalles y sus imponentes palacios. También se llega a Mont Saint Michel, un tesoro medieval en una isla rocosa de 80 metros de altura en la que se construyó en el siglo X la abadía del mismo nombre y una villa, y donde el mayor atractivo es el fenómeno natural de la marea, que al igual que ‘un caballo a galope’, que es como la describiera Victor Hugo, rodea el monte y hace desaparecer bajo el agua al puente que lo comunica con la tierra.
Para descubrir la cuna de los vinos franceses que han inspirado a vinicultores de todo el mundo, los trenes nos llevan a Burdeos, también conocida por su catedral gótica de Saint André y sus mansiones de los siglos XVIII y XIX. Para seguir maravillándonos, es imperdible conocer Carcasona, una impactante ciudad en la cima de una colina del área de Languedoc, famosa por su ciudadela medieval, La Cité, con varias torres de observación y fortificaciones de murallas dobles, que han permanecido en pie desde la época galo-romana.
Niza, la ciudad que fuera fundada por los griegos y más tarde se convirtiera en un lugar de retiro para la elite europea del siglo XIX, y que ha inspirado con su belleza a grandes artistas, también es parte del recorrido. Desde las ventanillas del tren, la inmensidad de la Costa Azul, nos recibe con los colores azules y verdosos del litoral mediterráneo en el sureste frances.
En Lyon, la ciudad en la región histórica de Ródano-Alpes en Francia, nos recibe un centro con dos mil años de historia, con el Anfiteatro romano de las Tres Galias, y una arquitectura medieval y renacentista en el Viejo Lyon que nos hace sentirnos como atrapados en el tiempo.
Rail Europe es la mejor forma de descubrir Francia, su cultura y sus sabores, además, al ser tan eficiente nos permite aprovechar al máximo nuestro tiempo y enfocarnos sólo en el viaje, sin invertir valiosas horas en transbordes ni filas. Con sus opciones de paquetes, podemos armar un itinerario a la medida a lo largo de los más de 20 países europeos a los que llega.
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