Discretos y secretos, los pasajes subterráneos de La Santísima Roma conducen a una hermosa bóveda, donde uvas, flores y las elegantes copas Riedel decoraban una larga y majestuosa mesa de madera parota. Rodeados de vinos, un exclusivo grupo de amantes del mundo vinícola tomamos un viaje sensorial en este magnífico espacio, degustando los sabores de las joyas embotelladas de La Santísima Trinidad.
La Santísima Roma es ideal para pequeños eventos y catas; aquí podemos adentrarnos en el exquisito universo de los productos de La Santísima Trinidad en un ambiente íntimo y repleto de hedonismo. En este espacial escenario también tuvimos la oportunidad de explorar las hojas del magistral nuevo libro del desarrollo, con su impresionante fotografía.
Comenzamos la mágica velada con burbujas rosadas de La Santísima Trinidad. El Rosé Brut 2020 es un vino espumoso delicado y seductor, con finas burbujas que coquetean y juegan en nuestra boca. La sommelier Elizabeth nos platicó sobre el proceso de elaboración de este vino y nos dejamos sorprender por las características tan delicadas de su bello color.
Evocando los campos de lavanda que corren al paralelo de los viñedos de La Santísima Trinidad, degustamos el vino rosado 2021. Presenta u n color rojizo vivaz, con tonos acerados, brilloso y limpio, y en boca tiene entrada amable y sucrosa, untuoso y con presencia de frutas rojas en el paladar y retrogusto.
El vino ST blanco cuenta con una versatilidad y equilibrio que están en perfecta sintonía; nos encantó su frescura, frutalidad y acidez, agregando a este un ligero toque de dulzor gracias a la mezcla perfecta sus varietales. Ideal para disfrutar en días calurosos, probamos la cocecha 2020.
ST Crianza es vino imponente pero a la vez amigable, la experiencia al probarlo es increíble, ya que este muestra sus diversas facetas en cuanto a su proceso de elaboración, se van desprendiendo poco a poco sus diferentes aromas y sabores haciendo la degustación de este toda una experiencia sensorial.
El ST Cabernet Sauvignon nos transporta hacia el viejo mundo, recordando la tradicionalidad en los procesos de elaboración y la crianza en barricas que se han hecho en España, Italia y Francia generaciones atrás.
La perfección está en los pequeños detalles, y la gente de La Santísima Trinidad trabaja día con día de manera cuidadosa y minuciosa en todos los procesos de la cadena productiva, desde la vendimia hasta la comercialización: así es como le dan vida a ST Merlot, un vino mono-varietal Reserva con clase.
En las mejores regiones vitivinícolas de Argentina nace la variedad con la que está elaborado este vino y se trajo a México con el objetivo de hacer vinos mono-varietales singulares y de calidad. ST Malbec es símbolo de calidad, conocimiento y experiencia, de el nacen experiencias maravillosas que te invitan a probarlo una y otra vez.
Maridamos los vinos con una rica selección de quesos, dátiles y ricos embutidos. Cuando bebemos Santísima Trinidad, estamos bebiendo San Miguel de Allende, pero sobre todo estamos bebiendo una forma de entender la viticultura y la enología, el cuidado por la viña, el respeto por la uva, una elaboración esmerada siempre buscando la frutalidad y un carácter amable en sus excelentes vinos.
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