A una cuadra de la Embajada Americana, atrás de la Bolsa Mexicana de Valores, en Río Sena 88 entre Paseo de la Reforma y Río Lerma, se encuentra el restaurante más icónico de la Ciudad de México: Les Moustaches.
Una botella de vino y la música de piano, son el inicio de un viaje gastronómico en Les Moustaches, donde la elegancia se une con las recetas originales francesas, creando un estilo único. Al llegar a la puerta de esta casa porfiriana, nos recibe con la más fina atención, y la decoración impecable es un anticipo de los placeres sensoriales que se viven a través de sus platillos. La diversidad de ingredientes es otra de las claves del éxito de la cocina francesa de Les Moustaches, en los que se incluye una gran diversidad de carnes como caracoles, pato, pollo, conejo, foie grass, pescados y mariscos.
Pero lo más destacado es la presencia diaria de Luis Gálvez, quien supervisa personalmente todo el proceso de elaboración de los platillos hasta su presentación en la mesa y quien, con una sonrisa y su icónico bigote – del cual proviene el nombre de Les Moustaches – nos da la bienvenida a este romántico restaurante. Este talentoso restaurantero marca la pauta de la alta gastronomía en México hace muchos años, logrando siempre sorprendernos y seducirnos. Sus abuelos habitaron en esta casona porfiriana a una cuadra del Paseo de la Reforma, y quien se ha encargado de mantener su esplendor mediante un incansable trabajo.
La imaginación corre libre al ver la bella decoración que se despliega en cuanto se entra: esculturas, hermosos salones decorados con libros, candelabros, flores y plantas, una delicada iluminación que le da vida a los amplios espacios, y un precioso vitral en cuyos colores juguetea la luz natural. El restaurante se ubica entre embajada inglesa y la embajada americana, en la zona más segura de la ciudad, por lo que a los placeres sensoriales que nos ofrece, se suma la tranquilidad.
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