El pueblo de Matterhorn en el corazón de los Alpes suizos. Considerada por muchos como la principal estación de esquí de Suiza y por los que la conocen como la mejor del mundo, Zermatt es extremadamente pintoresca, sin coches y ofrece unas vistas espectaculares del Matterhorn y otros 28 picos de 4.000 metros que rodean el pueblo de montaña. Conocido como el "Paraíso del esquí de Matterhorn", las áreas de esquí unidas de Zermatt, Cervinia y Valtournenche ofrecen uno de los dominios de esquí más grandes del mundo.
El ascensor superior de Zermatt es el más alto de los Alpes con 3.800 metros, lo que proporciona la vertical con pista más grande del mundo con 2.359 metros. El esquí en glaciar durante todo el año y la gran cantidad de nieve en las pistas inferiores garantizan la nieve de arriba a abajo durante toda la temporada. Las pistas están bien cuidadas y son variadas, ofreciendo tanto placer como desafío para principiantes, intermedios y expertos por igual. Hay más esquí de lo que se puede hacer en una semana. Con la ayuda de los guías de montaña locales, el terreno también ofrece casi infinitas oportunidades fuera de pista y la operación de heli-esquí más extensa de los Alpes.
Zermatt es famosa por ser una estación de esquí y alpinismo en los Alpes. Hasta mediados del siglo XIX, fue predominantemente una comunidad agrícola. La ciudad fue "descubierta" a mediados de siglo por montañeros británicos, sobre todo Edward Whymper, cuya conquista del Matterhorn hizo famosa a la aldea.
El Matterhorn fue una de las últimas montañas alpinas en ser conquistadas (en 1865), y la primera expedición que llegó a la cima terminó dramáticamente con solo 3 de los 7 escaladores sobreviviendo al descenso.
El hotel National ha estado aquí en Sunnegga desde 1985, ubicado en el paisaje montañoso de Valais. El National Zermatt fue fundado por Johann Julen y hoy en día sigue siendo un hotel de gestión familiar. Ahora ha sido asumido por Sebastian Metry (Julen), un nieto, que también es el gerente del Chalet Hotel Schönegg. Junto con Line Février, nativo de Berna, dirige este hotel tradicional con gran encanto y pasión.
Es un hotel acogedor, con chimeneas, batas suaves, e increíbles detalles en las habitaciones y areas comunes. En los desayunos nos encontramos con excelente queso de proviene de Berna Jumi, pan crujiente de la panadería de la esquina, platos de huevo recién preparados por el chef.
En el verano, Zermatt es un paraíso para ciclistas y alpinistas, así como algunos esquiadores temerarios que se aventurar a las montañas en los meses de verano. En invierno, Zermatt se cubre de nieve y nos recibe con belleza merecedora de una postal.
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