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Deby Beard

La magia de bodegas Campillo




Hablar de vinos es como hablar de amor: podemos conversar durante horas, tener debates, escribir libros y hasta canciones, pero nunca las suficientes, porque el amoroso mundo del vino es infinito. Detrás de cada botella siempre hay un secreto nuevo por descubrir, un nuevo misterio esperando ser develado, o una sorpresa invita a reflexionar, o simplemente, como un tibio flechazo de cupido. En el mundo del vino, los de Bodegas Campillo son como amantes que enamoran. Son vinos que se acarician con los sentidos completos, y que al mismo tiempo crean un conjunto de emociones electrizantes y cautivadoras, como las que hay entre dos personas que se aman. Para apreciar su Campillo Reserva, hay que estar abiertos a las sensaciones, alertando todos nuestros sentidos, tanto los del cuerpo como los del alma. No hay que ser un experto para dejarse seducir por sus cualidades, lo mejor es verlo como un coqueteo donde no hay reglas fijas, y en el que es más divertido experimentar y por la adrenalina del momento, así es como se aprende.




Este tinto tiene todo el encanto de la uva tempranillo. La uva Tempranillo recibe su particular nombre por su madurez temprana, anticipada por varias semanas a la del resto de las demás variedades, y que siempre gusta a los paladares. Campillo Reserva tiene toda la potencia de los taninos de la uva tempranillo, que se suavizan con un paso en boca aterciopelado, como si fuera sinfonía de sabores discretos pero con gran presencia. Limpio, brillantes, con un intenso color rojo cereza y con un hermoso borde granate, el vino regala intensos aromas de especias y tostados. En boca es sabroso y persistente, con un largo final, con notas tostadas y afrutadas, convirtiéndose en el vino perfecto para una plática y momentos apasionantes. Recordemos que en una cata no es sino el análisis sensorial de las cualidades de un vino, y que al ser el vino creado con uvas cosechadas en tiempos y momentos diferentes, cada uno tendrá sus propias cualidades para ser descubiertas. Por ello y por las características de Campillo Reserva, su maridaje es tan versátil como gustos haya. Puede maridarse con cualquier tipo de carne, con papas fritas o rellenas, con unos hongos tiernos o con un tierno jamón, pero también con atún, quesos y postres con frutos del bosque. El amor es el guardián que cuida las uvas, la magia que ha hecho posible que este vino sea galardonado con más de 19 premios internacionales, como la Medalla de Oro para la añada 2004 en el Decanter World Wine Awards  de 2015 en Reino Unido, la Gran Medalla de Oro para la añada 2005 en el Concours Mondial de Bruxelles, y la Medalla de Oro para la añada 2001 en el Decanter Awards 2011 en el Reino Unido, mostrando que Bodegas Campillo crea vinos que son muestras de lo que la dedicación y el cuidado pueden lograr.




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