Conformado por un total de 100 hectáreas, Viñedos Santa Catalina fusiona un concepto arquitectónico y de paisajismo excepcional con la mejor tecnología ecológica… el resultado es un espacio de magia en uno de los destinos más fascinantes del país.
Ajeno a la concurrencia frenética de las multitudes turísticas de playa, y prácticamente indiferente al influjo de las divinidades mayas y aztecas, late el corazón colonial de México, cuajado de opulentas callejuelas barrocas convertidas en perdurables joyas de arte. San Miguel de Allende es un gran compendio de elegancia cultural y arquitectónica.
A quince minutos de San Miguel de Allende pero a una eternidad del mundo cotidiano, Viñedos Santa Catalina ha elevado el arte hotelero de la zona, sumergiendo a los viajeros en espacios de lujo relajado, de sofisticación seductora, de comodidad contemporánea y de diseño de ensueño.
El desarrollo, obra maestra del reconocido despacho arquitectónico Artigas, es la más reciente adición a la preciosa colección de La Santisima Trinidad. Aquí se fusionan distintas pasiones en un diversos edenes: Viñedos San Lucas, Viñedos San Francisco y Viñedos de los Senderos. Desarrollos principalmente inmobiliarios con área agrícola compuesta de viñedos, olivos y lavanda, además de contar con hoteles boutique, restaurantes, cancha de polo, taller de olivo, taller de lavanda y, por supuesto, vinícola; estas joyas nos introducen a un estilo de vida que no tiene igual en el país.
El hotel boutique de Viñedos Santa Catalina de solamente diez lujosas habitaciones es el mas exclusivo de la familia La Santísima Trinidad y su exquisito diseño, privacidad y lujo es un ejemplo a seguir en el mundo de la hotelería. Delicadamente, las alas de un ave blanco rozan, casi acarician, las inmóviles aguas del lago que se extiende desde la recepción hasta los olivos.
En el exquisito restaurante de Viñedos Santa Catalina tuve el placer de probar deliciosos platillos como la sabrosa crema de pimiento acompañada de un crouton de queso de cabra y con emulsión de albahaca, y el espectacular risotto de hongos con mantequilla, vino blanco, queso parmesano, hongos y trufa fresca. Entre sus platillos estrellas también nos encontramos con creativas creaciones como el pulpo al grill acompañado de una mezcla de lechugas, alcachofa, tomate cherry, aceituna negra, queso feta, vinagreta de limón, hibernas italianas y miel elaboradas en casa.
Un paisaje de postal se extiende hacia las montañas en el horizonte y la encarnación de lo más exquisito y sofisticado del espíritu auténtico de San Miguel de Allende cobra viva en el arte de la seducción que ejecuta sobre nosotros Viñedos Santa Catalina.
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