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Alexis Beard

Diseño y arte en el corazón de Borgoña




El nombre Dijon trae a la mente, casi de manera inmediata, mostaza. Pero la pintoresca ciudad francesa en el noreste de Francia cuenta con mucho más que condimentos.


La capital de Borgoña tiene un rico patrimonio cultural, hermosos viñedos, es una de las cuatro ciudades gastronómicas francesas oficiales, y ahora tiene su primer miembro de Design Hotels: Vertigo Hotels.


Design Hotels, parte de Marriott International, está dirigido a viajeros que buscan experiencias hoteleras inmejorables en términos de concepto, diseño, arquitectura, servicios y calidad. Actualmente, este grupo representa y anuncia 280 hoteles independientes seleccionados de más de 50 países de todo el mundo.


Cada hotel ofrece a sus huéspedes una experiencia única y refleja la visión de un hotel original e independiente, impulsado por la pasión por la hospitalidad genuina y enriquecido culturalmente por su diseño y arquitectura.


Ubicado en un edificio de estilo Haussmann, más París que Cote d´Or, los interiores de Vertigo son un contraste en blanco y negro con el exterior. La moderna combinación de colores del interior se ve reforzada por las piezas de diseño de Ligne Roset, las camas suspendidas, el espejo con sistema de entretenimiento multimedia, los techos adornados con fotografías y muchas otras pequeñas sorpresas.


Este elegante y encantador hotel está situado en el corazón de la ciudad, con vistas a la Place Darcy y la zona peatonal. La parada de tranvía frente al hotel facilita el acceso a todos los destinos turísticos, culturales, deportivos y de negocios de Dijon, y la estación de tren está a solo cinco minutos a pie.


El edificio fue construido entre 1926 y 1927, y ahora es un edificio protegido. En el interior, sin embargo, nos encontramos con un hotel moderno que ofrece todos los servicios premium que necesitamos.




Con un enfoque en el servicio, el hotel nos da la bienvenida desde el momento que ingresamos. Mientras tanto, un bar retro negro ofrece vinos de Borgoña añejos, champán y cócteles. Y, por último, la piscina cubierta, el hammam y la sauna garantizan el máximo descanso.


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