Don Melchor Winemaking Experience es una vivencia sin paralelo que nos permite sumergirnos en el mágico mundo de la enología y descubrir la personalidad de diferentes parcelas del viñedo de Don Melchor. La belleza de la composición en Don Melchor es entrelazar los sabores, aromas y las emociones que producen las diferentes parcelas de Cabernet Sauvignon.
La experiencia me llevó a un viaje a través de los sentidos que culminó en la creación de mi propio vino: degustamos y seleccionamos de diferentes parcelas del viñedo Don Melchor, para lograr un vino que sea el reflejo y la mejor expresión del terroir de Puente Alto.
Intentando que tanto en vista, aroma y sabor, se acerque lo más posible a la esencia del terroir cuna de este Cabernet Sauvignon ícono de Chile, disfruté infinitamente esta búsqueda de aromas y sabores, y el arte de la alquimia al mezclar mi propia creación.
Tuve el gran placer y honor de ser guiada en esta experiencia por el talentoso y carismático enólogo Enrique Tirado, una de las figuras más influyentes en la escena vitivinícola nacional. Con su profunda mirada y seductora sonrisa, Enrique Tirado nos comparte las verdaderas proporciones de Don Melchor y comparamos el vino con el resultado de nuestra propia creación, entendiendo así de manera mas profunda y personal el proceso de elaboración que lleva a esta joya embotellada.
Desde hace más de 20 años Enrique se encuentra a cargo de Don Melchor, el primer vino ícono chileno y un verdadero referente de la cepa a nivel mundial. Su pasión y compromiso han llevado a Don Melchor a ser reconocido como el primer ícono del vino chileno, además de ser un referente del Cabernet Sauvignon en todo el mundo, lo que demuestra una vez más la excelencia de este vino y su excepcional terroir.
Las parras de Cabernet Sauvignon promedian más de 30 años de edad y corresponden a una selección masal pre-filoxera, es decir, su origen data de las primeras vides traídas desde Burdeos a fines del siglo XIX. En 1883, Don Melchor Concha y Toro plantó las primeras vides viníferas –procedentes de la afamada región de Burdeos, Francia–, a los pies de la cordillera de los Andes, en Pirque, ubicado a sólo 27 kilómetros de Santiago, al mismo tiempo que construye la emblemática Casona de Pirque, así como las bodegas de vinificación y guarda de la época.
Cien años más tarde, Eduardo Guilisasti Tagle, presidente en aquel entonces de Viña Concha y Toro, insta a su hijo Rafael y al enólogo de la época, Goetz Von Gersdorff a visitar en Burdeos, Francia, al reconocido maestro francés Emile Peynaud para presentarle los Cabernet Sauvignon procedentes del viñedo de Puente Alto, ubicado en la ribera norte del río Maipo, a 4 kilómetros de la tradicional Casona de Pirque.
Peynaud supo conocer de inmediato la excelencia de los vinos provenientes de este terroir y sugirió que fuese el connotado asesor bordelés Jacques Boissenot el encargado de liderar este proyecto, el que tomó forma bajo el nombre del fundador de la viña, Don Melchor, y cuya primera cosecha fue la cosecha 1987. Don Melchor, es considerado el primer vino ícono de la industria chilena y un verdadero referente entre los vinos de más alta gama del mundo.
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