El arte de cocinar a la parrilla es una danza de fuego y sabor, donde cada ingrediente se transforma en una obra maestra de texturas y aromas ahumados. Es el ritual de dominar el calor, de sellar con precisión cada corte de carne, cada vegetal sazonado con cuidado. La parrilla no solo cocina, sino que también crea historias, donde los amigos se reúnen y los sabores se entrelazan en una sinfonía de satisfacción.
Detrás de cada platillo de Carnivore hay una historia que se remonta a un antiguo oficio que ha sido perfeccionado de generación en generación. Un oficio que envuelve en llamas y transforma un corte de carne en un auténtico festín; el resultado es una cocina que celebra el arte de las brasas y nos deleita en sus exquisitos sabores.
La más reciente joya culinaria del lujoso Live Aqua Urban Resort, Carnivore, fue creada tras una búsqueda de los mejores maestros parrilleros para desarrollar el menú perfecto para los amantes de la carne. Este lugar rinde tributo a los sabores y estilos más clásicos para disfrutar y compartir un corte perfecto.
Mi experiencia en Carnivore fue simplemente inolvidable. Comencé mi travesía gastronómica con el tuétano al grill, acompañado de guacamole y una salsa picante que realzaba cada bocado del rib eye frito. La combinación de la cremosidad del tuétano con el sabor intenso de la carne frita fue simplemente sublime.
Luego, el betabel candy rostizado capturó mi atención con su dulzura balanceada, acompañado de jocoque y una vinagreta de echalote que añadía frescura y complejidad al plato. El pulpo a las brasas en chiles dulces con papitas fue otro punto culminante de la experiencia. La textura tierna del pulpo contrastaba perfectamente con la suavidad de los chiles dulces, mientras que las papitas aportaban un crujiente delicioso.
Entre los cortes de carne destacaron el filete mignon, el rib eye y el New York, cada uno preparado con maestría y acompañado de guarniciones que realzaban su sabor. Los espárragos a la parrilla, las coles de Bruselas rostizadas y las clásicas papas a la francesa complementaron perfectamente los sabores intensos de los cortes.
Para culminar esta experiencia extraordinaria, disfruté de postres que fueron una verdadera delicia: un cremoso pay de limón, un untuoso fondant de chocolate y un original cheesecake de parmesano, todos perfectamente ejecutados.
Cada platillo en Carnivore no solo mostraba una técnica culinaria excepcional, sino que también destacaba en un ambiente seductor en Live Aqua Urban Resort. Aquí, cada bocado era un deleite, cada aroma una invitación a saborear la vida plenamente y cada momento una memoria preciosa.
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