Tepoztlán, un Pueblo Mágico al sur de la ciudad de México, conocido como el famoso lugar de nacimiento de Quetzalcóatl, el dios serpiente emplumado azteca, y por su mercado semanal de artesanías, fue el escenario perfecto para conferencias, reuniones, otorgamientos de reconocimientos y sede ideal para dar a conocer los pasos a seguir de la colección Tesoros de México, una espléndida colección de hoteles y restaurantes en la República que representan el verdadero alma y cultura de los destinos donde se encuentran.
Durante mi estancia en Tepoztlán descubrí la magia de uno de los hoteles pertenecientes a Tesoros de Morelos: La Buena Vibra.
El encanto escénico de Tepoztlán junto con su riqueza, patrimonio cultural y calidad es lo que destaca su codiciada designación de hoteles “Tesoros de México”. En 2009, La Buena Vibra abrió sus puertas en el sagrado Valle de Atongo, convirtiéndose en un hermoso hotel ideal para el descanso y la tranquilidad.
En una ubicación exclusiva con vista a las faldas de las montañas y rodeado por hermosos jardines, La Buena Vibra Retreat & Spa Hotel es un mundo privado de elegancia, fina decoración y belleza natural.
En su restaurante La Cascada me deleité con una maravillosa vista a las montañas y terrazas al aire libre. La Cascada se ubica en jardines coloridos, frondosos y extensos que rodean al lugar, creando el ambiente ideal para disfrutar de una deliciosa selección de platillos y bebidas mexicanas.
La Buena Vibra ha sido pensado y desarrollado con el objetivo de crear el escape ideal, un lugar donde nuestros huéspedes puedan relajarse mientras deleitan y estimulan todos sus sentidos.
Bajo la sombra del imponente y místico Tepozteco se llevó a cabo esta reunión anual de Tesoros de México, donde un fascinante grupo de hoteleros y restauranteros con gran pasión por el país crearon iniciativas y vieron hacia el futuro de su organización.
Uno de estos es la creación de los ‘Embajadores de Tesoros’, un selecto grupo del cual estoy muy orgullosa de formar parte. También tuve el gran placer de deleitarme en las palabras del nuevo presidente de Tesoros de México, Leobardo Espinosa, quien sin duda llevará la batuta de la colección a partir del siguiente año con gran entusiasmo y energía.
