La Destilería Glenmorangie fue fundada en 1843, en Tain, Ross-Shire, rodeada de enormes llanuras verdes y de rica historia. En este Valle de la Tranquilidad en Escocia, en la destilería se elaboran los Unnecessarily well-made, deliciosos whiskies creados en el clima de las Highlands, las Tierras Altas de Escocia, favoritos de los escoceses y del mundo.
Su whisky Single Malt está elaborado 100% con cebada escocesa, y desdesus orígenes, son dieciséis expertos artesanos conocidos como los “16 Hombres de Tain” quienes supervisan cada paso del proceso de elaboración, bajo los altos estándares de calidad de su larga herencia.
La Extra-Maduración es un proceso en pionero de Glenmorangie. Se trata de madurar el whisky por primera vez en un tipo de barrica, como la usada en el bourbon, después, se transfiere a otra que haya contenido vino como Jerez, Oporto o Sauternes, para que con el paso del tiempo adquiera capas de sabor y el toque final de su personalidad incomparable.
Todo el proceso de elaboración de los whiskies de Glenmorangie es artesanal y lleno de cuidados. Al igual que las personas, son whiskies que se desarrollan a su propio ritmo, y que alcanzan el punto de perfección en momentos diferentes, por lo que no hay una fecha de envejecimiento estandarizada, sino que cada whisky está listo solo cuando ha obtenido los aromas y los sabores requeridos.
El Glenmorangie Quinta Rubánes parte de la colección de Extra Maduración, que se deja añejar durante 12 años en barricas de bourbon y de oporto. El delicioso sabor y calidad de Quinta Rubán lo han hecho ganar varias medallas de oro como mejor whisky con 12 años de añejamiento por el International Whisky Competition, (IWC), y por el International Wine & Spirits Competition (IWSC), lo que demuestra el dominio y expertise del Dr. Bill Lumsden y el equipo de la destilería de Glenmorangie en el manejo de whiskies de extra maduración.
Para festejar el éxito de Quinta Rubán, se ha modificado su empaque y ahora es envejecido durante 14 años, diez años en barricas de bourbon y terminado en barricas de oporto de rubí, dando como resultado un destilado voluptuoso y con un complejo equilibrio de sabores que fluctúan entre lo dulce y seco de las barricas. El contraste de texturas frescas y nítidas al paladar, fortalece los sabores y aromas a chocolate y naranja, creando un verdadero deleite para todo amante del whisky.
En nariz destacan las notas de chocolate, de menta oscura, mandarinas y naranjas de Sevilla, que se mezclan magistralmente con el sándalo y la nuez, dando paso a un final picante de pimienta y nuez moscada. En boca, el chocolate de menta y nueces envuelven el paladar como terciopelo, acompañados de fuertes notas a rosa, y los tradicionales dulces de naranja de Sevilla, terminando en un largo y profundo acabado.