En el paisaje coronado por el imponente volcán de Tequila, crece el agave, también considerado por muchos como el oro azul, cuyas mieles han hechizado a generaciones desde su descubrimiento por los antiguos pobladores. El sabor incomparable del tequila, junto con la cultura que lo rodea, lo han llevado a ser merecedor de la Denominación de Origen, además de que los paisajes de Jalisco donde crece han sido nombrados por la UNESCO como Paisaje Agavero Patrimonio Cultural de la Humanidad, y al agave y las antiguas instalaciones industriales de tequila como Patrimonio de la Humanidad.
El tequila es muy apreciado a nivel mundial, pero su esencia mística nunca había sabido tan bien como hasta ahora, de forma única en el Tequila Cosmos. Sus notas exquisitas se obtienen después de un dedicado proceso artesanal, elaborado en pequeños y exclusivos lotes, como la consumación del orden del universo, la suma de la sabiduría de todos los siglos.
Para que el agave de la especie Tequilana Weber se convierta en este Extra Añejo Cristalino inolvidable, se tienen rigurosos controles de calidad desde la siembra hasta la cosecha, que se realza en el exacto de su maduración, para después iniciar con el proceso con el que se transformará dentro de la barrica de roble americano durante 5 años, para darle un exquisito sabor suave y de gran carácter.
Para que este tequila cautivante llegue a nuestra mesa, se somete a los agaves a un largo proceso de crecimiento y preparación, que inicia con una poda a los 3 años, seguida por una espera de casi 8 años para que la piña esté lo suficientemente madura y tenga la cantidad de azúcares necesarios, que se verifica después de separar las piñas por tamaño. Se cortan en trozos más pequeños que se cuecen de forma simultánea durante varias horas, con lo que se extrae lo mejor de ellas. El jugo obtenido se deposita en enormes tanques para su fermentación, donde se monitorean factores como la temperatura y el pH, para seguir después con una doble destilación y posteriormente el añejamiento en barricas.
Por su dedicada elaboración, las cualidades del Tequila Cosmos Extra Añejo Cristalino no conocen fronteras, y su producción en pequeñas cantidades lo convierte en un tequila que sólo unos pocos afortunados pueden probar, con una distribución selectiva y exclusiva. Por su elegancia, se prepara en deliciosos cocteles como el Casiopea, con jugo de durazno y vino Asti, o el Cosmos Spritz, preparado con jugo de lychee, soda y Asti. Ya sea en coctel o derecho, es un tequila fabuloso que se roba el aliento.