Una refinada interpretación de lo más exquisito de la cultura francesa, el imponente e infinitamente bello edificio que se alza en la Avenue Kléber – en el corazón de París – encarna el alma de la ciudad con la clásica sofisticación y perfección de una de las cadenas hoteleras más renombradas del mundo: Península Hotels.
El hotel insignia de Peninsula abrió sus puertas en Hong Kong en 1928. Hoy en día, la cartera de The Peninsula Hotels se compone de 10 hoteles, ubicados en algunas de las ciudades más emblemáticas del mundo: Hong Kong, Shanghai, Beijing, Tokio, Nueva York, Chicago, Beverly Hills, París, Bangkok y Manila.
Con un toque de modernidad clásica, que se adhiere a principios de diseño de simplicidad y elegancia elegante, las habitaciones presentan los mejores materiales y artesanía de la elegancia francesa. Enormes, contemporáneas y artísticas, desde sus impactantes suites comenzamos el día con un romántico desayuno en cama.
Este fascinante hotel es además un edén gastronómico en Paris, una de las capitales mundiales del arte culinario. Aquí me dejé llevar por la excelencia de la cocina de uno de los restaurantes más icónicos de toda Francia: L’Oiseau Blanc.
Un amplio y luminoso restaurante francés en el sexto piso del hotel, cuyo interior de temática de aviación y ventanas de vidrio envolventes ofrecen impresionantes vistas de los monumentos de París, L’Oiseau Blanc nos transporta a otra época.
Este espacio único ofrece lo mejor de la cocina francesa y una selección de vinos y cócteles a medida, en un contexto pintoresco de los tejados parisinos y algunas de las vistas más exclusivas de la ciudad. Tomando como tema el patrimonio de la aviación francesa, el restaurante celebra el biplano de L’Oiseau Blanc, que realizó uno de los primeros intentos de un cruce transatlántico.
El interior de L’Oiseau Blanc con temática aeronáutica celebra los ases voladores Charles Nungesser y François Coli que intentaron cruzar el Atlántico en 1927 desde Le Bourget. Con las brillantes luces de la Tour Eiffel y los aromas de la espectacular gastronomía francesa nos dejamos llevar por la magia de París, enamoradas una vez más de la ciudad más bella del mundo.
Su cocina destaca lo mejor de los productos franceses, seleccionados a mano todos los días en el mercado. Cada semana se ofrece un nuevo menú, inspirado en ingredientes de temporada donde nosotros podemos elegir entre mangares como Salmonete mediterráneo con flores de calabacín francés y sopa de salmón de roca, Cordero confitado de Michel Oçafrain con azafrán y mandarina, o exquisitos Zucchinis de polen fresco con vinagre de Sakura.
El cielo de París siempre es rosado. Delicadas nubes danzan en la suave brisa del río Sena y en el aire hay un aroma a baguette recién horneado y a romance. Después de unas horas de relajación en el renombrado spa de The Península Paris nos adentramos en las seductoras calles de la ciudad, paseando a lo largo del río Sena, deleitándonos en la gastronomía local y empapándonos de arte y cultura. Al caer la noche nos esperan unas horas de magia en el sexto piso del hotel, donde se encuentra el icónico L’Oiseau Blanc, uno de los restaurantes más elegantes y singulares de París.