La TUMBLER COLLECTION de RIEDEL es perfecta, moderna y elegante. Sus vasos son la expresión máxima del glamour y del buen gusto, y en contraste con las copas, los vasos de esta colección se distinguen por la delicada decoración de su brillante cristal. La belleza de los vasos radica no sólo en su aspecto visual, sino también en la versatilidad de su estilo, en la nostalgia del periodo Art Nouveau en la que están inspirados, y por estar pensados para disfrutar con estilo de whisky, gin and tonic, cocteles y bebidas mezcladas.
Sus cuatro diseños, Spey, Louis, Optical O y Fire, convierte el acto de beber en una muestra de refinamiento. Losvasos Louis Whisky y Louis Longdrink, se diseñaron como parte de los premios RIEDEL Design Awards 2017 en Venecia, cuando Kyle Solá ganó la Competición de Jóvenes Diseñadores de RIEDEL con su innovador diseño.
Los vasos Fire se distinguen por su decoración dinámica con ligera forma de llama, y fueron diseñados por Georg Riedel, quien durante más de cuarenta años ha recorrido el mundo demostrando la importancia que tienen el cristal y el diseño de las copas al momento de catar los vinos y otros licores.
Los vasos Spey toman su nombre del famoso río escocés, que es de gran importancia para la pesca de salmón y la producción de excelentes whiskies.La superficie de los vasos Spey es muy amplia y su base es pesada, fueron diseñados así para reflejar una elegante y atemporal decoración.
Los vasos Optical O se diseñaron a partir de la serie "O" de copas de vino, innovadoras por la ausencia de pie y por tener que ser tomados directamente del globo, creación de Maximilian J. RIEDEL, el joven presidente de la 11ª generación de Riedel. Con dos tamaños distintos, estos vasos son perfectos para cócteles, bebidas combinados y hasta para tomar refresco.
La familia Riedel es pionera en entender y lanzar al mercado la copa adecuada para cada tipo de vino, con el respaldo de largas investigaciones y desarrollo de modelos, que los condujeron a encontrar la forma ideal. En las curvas de las copas Riedel se aloja el conocimiento de la anatomía de la cabeza y de lengua, como los receptores del sabor dulce, salado, amargo y ácido. Dependiendo de la forma de la copa, la cabeza se inclinará en diferente medida, los labios se posicionarán y la lengua será bañada con el vino en zonas receptivas diferentes. Además, la delicadeza de su cristal permite escuchar su canto sonoro y especial, así como admirar las tonalidades del vino. De esta forma, las copas Riedel involucran todos los sentidos.
