El templo de Santa Prisca se erige imponente en el centro de Taxco. Su cantera rosa, el oro en sus altares, cientos de azulejos de talavera y el fino diseño interior de estilo barroco, son una muestra viva del poderío de la plata de Taxco. El hombre que financió su construcción, Don José de la Borda, fue también el encargado de extraer la plata de las minas de Taxco como no se había hecho durante doscientos años. Su trabajo llevó a a esta Ciudad Luz a su época dorada, convirtiéndola en la segunda ciudad productora de plata más importante de toda América.
En este ambiente colonial que perdura hasta nuestros días, rodeado de naturaleza y cultura, es donde Delia González nació como persona y artista. Desde muy pequeña soñó con trabajar con la plata y darle un nuevo significado, pues aunque pudiera pensarse que ya se ha visto todo en cuanto a diseño y trabajo en plata, Delia nos demuestra que siempre se puede innovar y marcar tendencia.
Su joyería de diseño exquisito y sus obras de arte, como la escultura de la vaquita marina que hizo para una subasta a favor de la Semarnat, nos recuerdan porqué estamos enamorados de la plata. Al mismo tiempo que ha revolucionado el diseño, ha logrado preservar el proceso artesanal que es parte del patrimonio cultural heredado durante generaciones. Para Delia, sus diseños en plata son resultado del esfuerzo de toda su vida y de su gusto exquisito que rompe convencionalismos, y ésa es la clave de su éxito: convertir su pasión en obras que forman parte de nuestra vida.
Sus diseños están basados en emociones, sentimientos y vivencias, por eso es tan fácil identificarnos con ellos, porque cada uno resalta la belleza de quien los usa porque se integran a su personalidad. Para conservar este toque distintivo, Delia rompe con la producción en serie de nuestros días, imprimiéndole un toque irrepetible a cada pieza.
Así como José de la Borda quiso retribuir a Taxco por las riquezas con las que lo colmó, Delia González también ha dejado el nombre de Taxco en alto en todo el mundo con sus diseños. Sensible y con una elegancia sutil, Delia ha llevado el nombre de Taxco y su legado joyero al mundo. Desde sus inicios como aprendiz en un taller artesanal hasta convertirse en una diseñadora de fama mundial, su camino ha estado labrado con perlas de río, finos diseños en granate en plata y sobre todo, pasión por la vida.