Cuando pensamos en unas vacaciones ideales siempre buscamos un lugar hermoso, excelente trato y claro, una experiencia sensorial inolvidable, y así es la vida en los hoteles de Grand Velas Resort, que además de embellecer las playas en las que se encuentran nos transportan a mundos de placer con su deliciosa gastronomía y mimos.
En Grand Velas Riviera Maya la combinación de lujo, mar y sol es una experiencia divertida y revitalizante, y los días se sienten como un beso cálido en el alma. No por nada ha sido galardonado por su hospitalidad, su excelentísimo servicio, sus relajantes servicios de spa y su oferta gastronómica.
Cuando nos hospedamos en el resort se nos despiertan todos los sentidos, pues es uno de los hoteles más exquisitos no sólo de la Riviera Maya sino a nivel internacional. En su galardonado SE Spa nos consienten con sus tratamientos, en los que se usan esencias aromáticas, flores y velas, y ahora se ha incorporado el uso de la miel producida de forma orgánica en el resort. La experiencia de miel de Kaab orgánica de 80 minutos comienza con un relajante masaje facial y corporal con ella, después se disfruta de un baño con elixir hecho con el árbol medicinal Chaka, que cura la energía del cuerpo, y al final la piel se sella con un bálsamo hecho con vainilla maya, siguiendo las antiguas prácticas mayas. La miel se recolecta diariamente para garantizar su frescura, y con ella se preparan deliciosos cocteles con frutas tropicales frescas, los buñuelos y la capirotada, y muy pronto se podrá probar en los sabores especiales como la flor de azahar y el mango.
Uno de los sellos más distintivos del resort son sus restaurantes, dirigidos por el talentoso chef y Director Culinario Michel Mustière. Por cuarto año consecutivo, Grand Velas Riviera Maya presentó en octubre el evento gastronómico The Best of Mexico’s Culinary Traditions Riviera Maya en el restaurante Chaká. Aquí nos sorprendimos con las recetas vanguardistas y tradicionales que reflejaron la riqueza gastronómica mexicana.
Agregando una estrella más o sus propuestas de innovación y excelencia, ahora el resort nos lleva a un viaje por el país con una exquisita degustación de bebidas ancestrales de México, poco conocidas pero de un sabor tan delicioso que bien vale disfrutar. A través de las catas dirigidas por expertos sommeliers, aprendemos sobre el origen de estas bebidas, sobre su proceso de elaboración y cómo preparar diferentes cócteles con ellas.
El licor bacanora es un derivado del agave silvestre del norte de Sonora, y que según registros se produce desde hace más de 300 años. Su producción es mediante fermentación natural, y su sabor tiene un final con aroma a almendra tanto en la nariz como en el paladar.
El sotol es un destilado de la cabeza o piña de una planta silvestre que crece en el desierto del norte, en Durango, y que sólo crece ahí. Esta planta puede tardar más de 15 años para que madure lo suficiente para producir el licor. Las hojas se destilan por molienda a mano, se fermentan durante tres días y pasn por una doble destilación. Conocido por su aroma a pino y avellana, el licor tiene una viscosidad media y un borde herbáceo afilado para el sabor.
La producción de Tuxca se remonta al siglo XVI en las cercanías de los volcanes de Nieve y Fuego, al sur de Jalisco y al norte de Colima. Es un mezcal artesanal que se produce con más de 20 variedades de agaves diferentes. La proximidad a la región volcánica agrega un elemento de mineralidad al licor, que se produce al cocer la planta en un horno cónico en el suelo, después la tuxca se fermenta en la piedra volcánica y pasa por una doble destilación.
La última bebida para degustar es el Pox, un destilado de maíces criollos endémicos de Chiapas, caña de azúcar moreno, trigo y agua dulce de manantial. Su sabor es fresco y con un toque ligero al roble en el que se deja fermentar y al sabor del manantial.
Grand Velas Riviera Maya con su espectacular diseño y su deliciosa propuesta gastronómica, es un paraíso idílico. Las impactantes vistas a su playa blanca de más de quinientos metros, su servicio inmaculado y la exquisita belleza de cada uno de sus espacios, lo convierten en un lugar salido de un dulce sueño.