El misterioso país de Myanmar es ampliamente conocido como “La Tierra Dorada” debido a sus relucientes pagodas. Hoy en día, sigue siendo un destino turístico exótico e intacto donde el paisaje está salpicado de templos dorados y donde prevalecen las arquitectura tradicional birmanas.
Yangon, anteriormente conocida como Rangoon, es una exótica mezcla de arquitectura colonial británica, modernos edificios y antiguas pagodas budistas. Una vibrante ciudad donde el pasado y el presente comparten el mismo aire, esta misteriosa capital nos intriga y seduce con su compleja historia, deslumbrante cultura y energético estilo de vida. En su corazón yace la impactante Pagoda Shwedagon Paya, dorada y brillante bajo el poderoso sol del Sudeste asiático.
En la prestigiosa área de las embajadas, envuelto en frondosa vegetación, Belmond Governor’s Residence es un oasis de tranquilidad a pocos pasos del bullicio de la ciudad. Jardines exóticos, lujosas terrazas y detalles tradicionales de teca tallada evocan la elegancia de una época pasada.
La elegante mansión de teca fue construida en 1920. La mansión de dos pisos, como su nombre oficial lo indica, sirvió como el hogar oficial de los gobernadores de la colonia de la corona británica de Birmania, como Sir Reginald Dorman-Smith y Hubert Rance. En 2006, el hotel se convirtió en parte de Orient-Express Hotels Ltd., que en 2014 cambió su nombre a Belmond Ltd. [En este punto, el hotel cambió su nombre a Belmond Governor's Residence.
Una mansión romántica de estilo colonial que data de la década de 1920, la Residencia del Gobernador de Belmond es uno de los hoteles de lujo más atemporales de Yangon.
Rodeada por un oasis de exuberantes jardines y estanques con flores de loto, en esta mansión birmana se respira un encanto colonial, pero con toques inequivocablemente locales. Un portal para descubrir las maravillas de Yangon, este magnífico resort nos hace sentir como realeza, apapachándonos con sofisticado lujo y excelente servicio.
Exclusivo y pequeño, Belmond Governor’s Residence cuenta con 4 suites y 45 habitaciones. Su restaurante Mandalay nos presenta con un estilo colonial, con teca británica que data desde alrededor de 1920, muebles tallados a mano y amplios ventanales con vistas a los perfectamente cuidados jardines del hotel. La cocina es ligera y de temporada con un toque asiático servido en una bella terraza, sobrevolando un gran estanque.