Pingyao es todo lo que queda de un pasado perdido hace mucho tiempo. Es una de las ciudades amuralladas mejor conservadas del mundo, y está completamente aislada de la modernidad de China. Dentro del recinto de sus altísimos muros, podemos apreciar la sensación de estar perdidos en un tiempo antiguo.
La belleza de una visita a esta antigua ciudad va más allá de sus muros, torres desmoronadas y calles polvorientas. Todo ha sido bien conservado por el tiempo, y podemos caminar dentro de antiguas casas con patio, templos abandonados desde hace mucho tiempo, e incluso antiguos cuarteles, realmente logrando vislumbrar la vida en la antigua China.
Con una historia que se remonta 2,700 años atrás, Pingyao alberga parte de la arquitectura tradicional mejor conservada en China y en su mayoría se erige como lo fue durante sus apogeos en las últimas dinastías Ming y Qing. Ha sido catalogado desde 1997 como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pingyao fue en su momento una ciudad mercantil prospera, y fue aquí que se fundó el primer banco de China, el cual todavía podemos visitar e imaginar su antigua gloria.
Es aquí, en esta pintoresca ciudad, donde me encontré con una verdadera joya: Jing’s Residence. Idealmente situada en el corazón de la ciudad vieja, este pequeño hotel boutique abarca una serie de pabellones de ladrillo gris construidos alrededor de un conjunto de cuatro patios en el estilo arquitectónico auténtico del norte de China.
Con la ayuda de un arquitecto de renombre mundial, Ms. Jing, la propietaria, ha creado un lugar de excepcional belleza y elegancia. Se hicieron grandes esfuerzos para mantener el espíritu original del complejo: El trabajo se realizó con la ayuda de artesanos locales que entendían las técnicas tradicionales. La madera, los ladrillos y los azulejos usados –todos fáciles encontrar en Pingyao– fueron utilizados para mantener la estructura original.
Cenar en Jing’s Residence es toda una experiencia. Vale la pena explorar la excepcional cocina provincial de Shanxi, basada en una variada cultura de noodles. Un antiguo refrán de Shanxi dice que una bola de masa se puede convertir en cientos de diferentes tipos de noodles. La provincia cuenta con no menos de 260 variedades de noodles y hay más de 30 métodos diferentes para preparar este plato. Pingyao también es famosa por su carne tradicional y su vinagre.
Una ciudad repleta de historia y cultura, no hay mejor forma para conocerla que hospedándonos en su corazón, gozando del sutil lujo y la increíble autenticidad de Jing’s Residence.