La segunda ciudad más grande de todo Japón, la histórica ciudad de Osaka combina el pasado y el presente de este país tan rico en cultura. Desde sus rascacielos hasta su pintoresco puerto, no encontramos con lo mejor de los dos mundos. Esta enrome metrópolis se ha convertido en los últimos años en un destino de lujo y gastronomía, donde podemos gozar de joyas del mundo hotelero y restaurantero.
Además de ser una vibrante ciudad moderna, Osaka es también rica en historia. Su maravilloso castillo fortificado ha sido destruido y reconstruido un sin fin de veces a través del tiempo. La construcción del Castillo de Osaka comenzó en 1583 en el antiguo emplazamiento del Templo Ishiyama Honganji, que había sido destruido por Oda Nobunaga trece años antes. Toyotomi Hideyoshi pretendía que el castillo se convirtiera en el centro de un Japón nuevo y unificado bajo la regla de Toyotomi. Era el castillo más grande de la época.
St. Regis fue el primer hotel de lujo internacional que llegó a la ciudad hace 13 años, y hoy en día continúa siendo el estándar de calidad, ofreciendo lo mejor a los viajeros.
St. Regis Osaka es la reinterpretación del lujo en su más alto nivel, conectando la identidad local con los mejores estándares de calidad. Se ubica en los Campos Elíseos de Osaka, la hermosa y exclusiva avenida Midosuji, considerada como un símbolo de la historia del desarrollo de la ciudad desde las eras Taisho y Showa. Desde aquellos días, la avenida ha sido ampliada y embellecida con cientos de árboles Gingko, tanto que ha sido designada como uno de los 100 mejores lugares verdes y culturales de Osaka.
Su moderno diseño estuvo a cargo del estudio de arquitectura Nikken Sekkei, experto en la edificación de rascacielos en Japón. Su estilo es occidental con algunos toques de diseño típico japonés. Sus 27 pisos son un derroche de comodidad, con habitaciones en la última planta con vistas espectaculares que nos permiten abarcar toda Osaka con la mirada, además de bar, dos restaurantes y una cafetería en la terraza del jardín.