Inmortalizada en óperas y representada de forma viva en obras de arte del siglo XIX, Andalucía a menudo actúa como sinónimo de España en su conjunto: una tierra de caballos, de trovadores y guitarras, toreros imprudentes y lamentos tristes.
En nuestro último viaje a la mágica Andalucía nos hospedamos en los paradores, enamorándonos de la belleza e historia de estas mágicas ciudades.
El concepto de Paradores en España es único en el mundo, los paradores son hoteles pertenecientes al gobierno que ofrecen una experiencia autentica en donde se encuentren.
El viaje por esta hermosísima parte de España comenzó en Úbeda que, junto con la ciudad vecina de Baeza, fue nombrada World Heritage Site por la UNESCO. Aquí tuvimos el gran placer de hospedarme en el Parador de Úbeda.
El Parador de Úbeda está ubicado en el casco histórico, en la plaza renacentista Vázquez de Molina. Un palacio renacentista del siglo XVI, la arquitectura del lugar me recuerda a una ciudad italiana del Renacimiento, pero con el folclore, la artesanía milenaria, la gastronomía y la alegría de Andalucía. La Fachada del hotel esconde un bellísimo patio interior, y desde mi habitación disfruté de una espectacular panorámica de la plaza.
Pintoresca y rica en historia, Úbeda en la provincia de Jaén ha sido hogar de una gran combinación de culturas, quienes han dejado su marca.
El viaje continuó por la memorable ciudad de Córdoba, donde nos hospedamos el Parador la Arruzafa, en la legendaria ciudad de los Califas y sobre las ruinas del palacete de verano de Abderramán I. Un elegante y fresco edificio con magníficas vistas a la ciudad, con piscina y rodeado por un jardín al que se le llama “Los Naranjos”, que atesora las palmeras más antiguas de Europa.
Córdoba es una de las ciudades más emblemáticas de Andalucía. Una gran referencia cultural en Europa, esta antigua ciudad ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y contiene una mezcla de las diversas culturas que la han asentado a lo largo de la historia.
Muy pocos lugares en el mundo pueden jactarse de haber sido la capital de una provincia romana (Hispania Ulterior), la capital de un estado árabe (Al-Andalus) y un califato. Tal esplendor es palpable en la riqueza intelectual de esta ciudad, que ha visto nacer figuras como Séneca, Averroes y Maimónides.
Después de enamorarnos de la bella ciudad de Córdoba y proseguimos hacia Antequera, una verdadera joya donde nos encontramos con maravillas inesperadas.
En esta encantadora ciudad nos hospedamos en el Parador de Antequera. Situado en una hermosa zona tranquila a pocos minutos del centro histórico, este parador es espacioso y tranquilo paraíso, rodeado de verdes jardines y con una refrescante piscina con hermosas vistas al campo.
Antequera es una maravilla. Antes de adentrarnos en las pintorescas calles de la ciudad pasamos a visitar los dólmenes, un tipo de tumba megalítica de una sola cámara, generalmente consistiendo en dos o más megálitos verticales que soportan una gran piedra horizontal. Aquí se encuentra el único dolmen que ha sido encontrado que no esta construido hacia el oeste, sino hacia la montaña con el perfil humano, que la antigua sociedad pensó era la cara de la Madre Tierra.
