Sol, playa, mar y una histórica ciudad amurallada, son el escenario que se admira desde Le Grand Hotel des Thermes en la bahía St. Malo, Francia. Como un castillo de arena en el que el tiempo se detiene, en el hotel se vive la energía que reina en esta antigua ciudad de corsarios.
Por su ubicación justo a pie de playa, este cinco estrellas construido a finales del siglo XIX con el estilo característico de la Bella Época, brinda a los viajeros la mejor postal de St. Malo, donde el servicio personalizado y la alta calidad se confabulan, para poder disfrutar con mayor intensidad las imponentes olas del mar, el sonido de las altas mareas, y la belleza prístina de la playa, junto con el más alto lujo y comodidad. Tan imponentes como las paredes de piedra y metal del hotel, son las vistas a las torres, al puerto y a la playa desde las 174 habitaciones, que son inundadas con el aire marino puro y por el clima suave de la bahía. Dentro de su silueta característica, existe un mundo con vida propia, reinado por el placer que brinda el buen gusto: aquí, se puede nadar en la alberca techada y con su jacuzzi al centro de su spa; recibir las mañanas con el azul del mar en la ventana; o sentir que se toca el cielo desde su hermosa terraza.
Las vistas impresionantes son la inspiración de los chefs de sus restaurantes, dedicados a brindar una auténtica experiencia gourmet o una deliciosa aventura dietética. En Le Cap Horn, se saborean las notas francesas con los ingredientes más frescos, como en la terrina de pato con manzana rellena con foie gras, servida con cebolla estofada y salsa de remolacha; o el tierno corte de solomillo de ternera acompañado de tocino ahumado, servido con champiñones y salsa de foie gras de pato; y como postre, el mousse de chocolate negro con semillas de ajonjolí, crema de té helado y salsa de chocolate. En este santuario de la gastronomía, se ofrece una selecta muestra de los famosos quesos franceses. Para consentirse con platillos tradicionales y dietéticos, La Verriere es un restaurante donde el sabor y la elegancia van de la mano. La luz natural se refleja en sus candelabros de cristal, iluminando los sentidos tal como lo hacen las creaciones de sus chefs, mostrando que lo sano va de la mano con un exquisito sabor. Tal es el caso del filete de pescado a la parrilla servido con quinoa, espárragos y salsa de cúrcuma; o el filete de ternera a la plancha acompañado con champiñones, espinacas y salsa Thai, cerrando con un fresco pudín de arroz con leche de coco, servido con frambuesas. Le Grand Hotel des Thermes ofrece una combinación perfecta de los placeres gastronómicos con memorables caminatas en la playa, así como momentos de relajación.