Al abrir la botella de coñac Hennessy, su perfume envolvente a avellana, vainilla y especias capturado durante años envuelve a los sentidos. Resultado de su destilación y de su añejamiento en barricas de roble, su balance perfecto entre cuerpo y sabor convierte a cada sorbo en una experiencia gratificante y seductora. Este licor protegido por su Denominación de Origen Controlada es un placer perenne al paso del tiempo.
La vida del coñac inicia con la selección de la mezcla de vinos o de crus con la que se elabora, cuyo sabor se acentúa en las más de 300,000 barricas de robles centenarios donde se añeja, procedentes exclusivamente de bosques franceses. La paciencia tras las décadas de añejamiento, le confieren al cogñac su máximo potencial y características más notorias.
La edad del coñac influye en sus cualidades finales, pero sólo los años de almacenamiento en barrica son los que cuentan, pues el proceso se detiene cuando se embotella. Las edades del coñac se clasifican con base en el sistema creado por Hennessy desde 1865 y se identifican por ser abreviaturas inglesas de las denominaciones tradicionales.
El coñac Hennessy VSOP, creado en 1817 para satisfacer los gustos del rey de Inglaterra. El gusto de su mezcla armoniosa y bien estructurada se caracteriza por su aroma, equilibrio y un acabado duradero. Sus siglas VSOP significan Very Special Old Product o Very Superior Old Pale, por lo que también es llamado Reserva. El tiempo de añejamiento de los vinos con los que se produce varía entre cuatro y medio y seis años y medio. Otra de las joyas de Hennessy es el XO Napoleón, o bien Old Extra, también llamado Hors d'âge, es producido con vinos de por lo menos de seis años y medio.
Después de envolverse en sus aromas la vista es acariciada con su profundo e intenso color ámbar, símbolo de robustez. Los sabores de frutas confitadas y sus notas sutiles y ligeramente especiadas, crean una armonía inigualable. En boca, la sensación suave y generosa brinda toques de cacao y cálida presencia frutal. Su sabor es y largo final es la culminación de la complejidad de la mezcla del cogñac y todo el proceso que le respalda.
El coñac es una bebida cómplice en las grandes y pequeñas ocasiones, ideal para disfrutar eventos culturales y sociales, disfrutando en cada sorbo del concepto francés del bien vivir.