El diseño de los aviones de Volaris es garantía de satisfacción y seguridad. Detrás de su estilizada forma yace una filosofía de servicio y calidad, que exige que sean fabricados con los mejores materiales y con tecnología de punta que los revista de resistencia y precisión, acompañados de la más alta comodidad.
Volaris despliega un derroche de elementos que la convierten en la línea aérea mexicana con las tarifas más accesibles, ideales para descubrir los tesoros humanos y culturales que alberga nuestro país. Al viajar abordo de sus aviones, nos deja claro que el buen gusto, la ingeniería y los mejores costos pueden combinarse con gracia y estilo.
Desde la primera vez que se viaja con Volaris, se descubren los detalles inspirados en altos estándares de calidad, y más allá, en el deseo de satisfacer el rendimiento presente y futuro que caracteriza a la marca.
El que Volaris se haya convertido en una de mis aerolíneas consentidas para visitar los destinos nacionales que tanto me gustan, es una prueba de la calidad de sus servicios. Gozando de sus atenciones he descubierto los cielos que cubren mis rincones de descanso, como los de Oaxaca, esa tierra de tradiciones y sabores donde el hotel Casa Bonita me recibe con la misma calidez de mi hogar; también me ha llevado hasta Puerto Vallarta y al hotel Escondido, que se funde con el mar del horizonte; he podido recorrer la playas vírgenes de Los Cabos, hogar del hotel Marquis y de la extensa vida animal que lo rodea; y por supuesto, hasta mi adorado Cancún, cuya belleza natural se complementa con hoteles de talla mundial como el Belmond Maroma Resort & Spa, un oasis inmerso en canales de agua y espesa vegetación.
Volaris es una aerolínea única que hace lo mismo que las demás pero de una manera muy particular y distinta: con viajes que representan cada uno un nuevo descubrimiento, que invitan a los pasajeros a entrar en contacto con su espíritu intrépido de viajero, aquél que prefiere dejarse seducir por las maravillas de cada sitio que visita, en lugar de disfrutar de las memorias ajenas y de las fotos capturadas por la cámara de alguien más.
