Los componentes químicos de las plantas y la riqueza de sus ingredientes activos, son parte de la clave del éxito de la alta calidad de las formulaciones de los productos L’Occitane. Iniciando de forma casera y con romero salvaje se presentó el nacimiento de L’Occitane, una de las empresas de belleza más grandes del mundo. Desde entonces y con una mezcla de ingredientes y tradiciones, la marca celebra el bienestar que regala el clima Mediterráneo. Como símbolo de la Provence, la lavanda es uno de los ingredientes estrella de la marca, debido a sus propiedades relajantes y purificadoras. En torno a esta aromática planta se despliega una antigua tradición, en la que los jóvenes provenzales recogen una a una las flores en las colinas. Con el creciente éxito de sus productos y ávido por seguir superándose a sí mismo, Olivier Baussan, quien fundadora la compañía cuando era un joven de tan sólo 23 años, descubre en Burkina Faso la mantequilla de Karité, famosa por sus propiedades nutritivas y suavizantes. Así además de crear productos de la más alta calidad, L'Occitane beneficia a la comunidad de mujeres productores de este ingrediente. A la línea después se integraron los beneficios de la verbena, cuya fragancia fresca y cítrica es tan cautivante como los efectos que producen las cremas que se elaboran a partir de ella. Una de sus mayores creaciones han sido las cremas creadas a partir da la siempreviva, la planta conocida desde la antigüedad por sus propiedades de no marchitarse nunca, incluso después de ser cortada. De la “Immortelle” existen cerca de 500 variedades que crecen en el monte bajo Córcega, también conocida como la Isla de la Belleza por sus habitantes.
Sus propiedades la han transformado en la Crema Divina, la reina de las cremas antienvejecimiento, gracias a su capacidad de estimular la producción de colágeno y fomentar la microcirculación. Sus cualidades tienen acción anti radicales, combate la flacidez, favorece la firmeza y optimiza la regeneración de la barrera protectora de la epidermis. Además de la siempreviva, la crema cuenta con las del ácido hialurónico, que tiene la propiedad de absorber y fijar el agua, funcionando como un rellenador al formar un gel acuoso, y brindar un aspecto más jovial a la piel. También tiene aceite de onagra, apreciado por propiciar la regeneración de las arrugas de la piel y su acción envejecimiento. El secreto de la Crema Divina es que actúa en el centro de las células para corregir todos los signos de la edad y proporcionar una piel resplandeciente, lisa y firme, tal como es durante la juventud. Contenida en frascos ambarinos como los campos de Córcega y cuya forma rememora a la porcelana china, esta crema se concentra con el efecto de casi un centenar de siemprevivas. Rica en aceites esenciales, la fórmula combina esencias de mirto, camelina y onagra. La Crema Divina, tiene una gran fragancia además de una textura ligera al tacto, cuenta con 5 patentes por su increíble eficacia para reducir y corregir los signos visibles de la edad.