Una casa convertida en hotel, o un hotel en el que te sientes como en casa, es difícil saber dónde está el límite entre uno y otro, o si es que siquiera existe. Casa Bonita Hotel Boutique & Spa es ese lugar donde no hay fronteras entre un buen hotel y la comodidad de sentirse en casa. Ubicada en una zona residencial de la ciudad, y a sólo diez minutos del centro, es simplemente el mejor hotel de Oaxaca.
No es una afirmación que de con base en mi experiencia personal como huésped, ni con las tantas otras que haya de turistas satisfechos con las atenciones recibidas durante su estancia. Lo reconoce también The American Academy of Hospitality Science, al galardonar al hotel con la única distinción de cinco estrellas que existe en el estado.
Es que esta casa acondicionada como un hotel de 11 habitaciones alberga en sus paredes un gusto refinado y mexicano, en el que se pone especial énfasis a las amenidades que hacen de la estancia un momento agradable. La tranquilidad de la zona con la propia del hotel, conspiran para brindar noches silenciosas y de descanso absoluto.
La atención se extiende más allá de las instalaciones, pues se brinda servicio de transporte para llevar o traer a los viajeros, del hotel al aeropuerto o viceversa. Para explorar, ofrece recorridos especiales y visitas guiadas.
Es el hotel familiar por excelencia, pues su tamaño le brinda el toque íntimo y personal que se desea recibir, aunado a la cálida y atenta hospitalidad mexicana, tan famosa en el mundo pero que en Oaxaca se glorifica. A pesar de que la visita al mercado en una parada obligada, comer en Casa Bonita es una experiencia sensorial completa. En su Estrella de Mar se reinventa la cocina mexicana con un toque de sabor distintivo, con su estilo fresco y renovado.