Por cientos de kilómetros, el paisaje está dominado por cañones de formas caprichosas, delicados arcos, empinadas montañas así como colinas, montes y picos. Más que cualquier otro estado del suroeste, Utah proporciona las imágenes del arquetipo del Oeste, arenosos desiertos, profundos cañones y torres de rocas rojas.
Un paraíso invernal, Deer Valley, en el estado de Utah, ofrece una belleza natural incomparable. Consideradas las mejores de América, las pistas de esquí de Deer Valley concuerdan con los exigentes estándares de excelencia de toda la zona.
Park City es hoy en día el ícono del lujo en el mundo del ski. Sus magníficos hoteles se encuentran en diferentes elevaciones de la montaña, con vistas inigualables a la blanca nieve que permite la práctica de este sofisticado y divertido deporte.
Stein Eriksen Lodge
Nombrado en honor del esquiador noruega Stein Eriksen, medallista de oro olímpico, y situado a media montaña en Deer Valley, Stein Eriksen Lodge es una escapada europea en el corazón de Park City.
Stein Eriksen Lodge Deer Valley, se ha convertido en una leyenda, ofreciendo a los clientes una vía de escape del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana a través de un alojamiento de lujo, restaurantes de clase mundial, servicio impecable, y actividades recreativas durante todo el año.
Este año, el hotel recibió el premio de "Mejor hotel del mundo de esquí" y "'Estados Unidos - Mejor Hotel de esquí" en los Premios Mundiales de Esquí. Con un charm inigualable y una elegancia sutil, Stein Eriksen nos enamoró perdidamente. Sus toques hogareños y la belleza de sus amplias habitaciones dan una deliciosa sensación de comodidad. Un lugar hermoso y acogedor, el hotel cuenta con 184 habitaciones, cada una con decoración diferente. Sus suites son pequeños chalets en la montaña, con sala, terraza, chimenea y jacuzzi.
St. Regis
St. Regis es un hotel espectacular en la parte baja de Deer Valley y de la comunidad privada Deer Crest. Durante todo el año se puede acceder con toda comodidad a un sinfín de deportes al aire libre, así como a la vibrante ciudad de Park City.
El famoso chef Jean George Vongerichten supervisa el J & G Grill, el St. Regis Wine Vault y St. Regis Bar and Lounge. St. Regis Deer Valley cuenta con un increíble servicio de mayordomo y una atención a los detalles para crear un ambiente de perfecta comodidad al más puro estilo St. Regis. En total, el complejo mide más de 10.000, de los cuales muchos son al aire libre para aprovechar de las vistas panorámicas. Con su arquitectura moderna, estilo montaña-lodge, impresionante belleza escénica, un servicio inigualable y cocinas distintivas gourmet, El St. Regis Deer Valley es uno de los hoteles de lujo más importantes de Park City.
En este increíble hotel vivimos una experiencia muy divertida y original: un programa de embajadores de esquí que permite a los huéspedes esquiar y socializar con los esquiadores y snowboarders olímpicos, así como los miembros del equipo de esquí de Estados Unidos. Entre ellos estuvo Kris “Fuzz”, con quien pasamos varias horas esquiando, al igual que Feddersen, Kaylin Richardson, KC Oakley, Jillian Vogtli y Mac Bohonnon.
Montage Deer Valley
Un auténtico y refinado retiro de montaña situado a menos de cinco minutos de la calle principal, , Montage Deer Valley ofrece incomparable acceso directo a la pista de uno de las mejores estaciones de esquí de América,así como el spa más grande de Utah, cinco inspirados restaurantes, e increíbles actividades todo el año, entre ellos senderismo, ciclismo de montaña, golf, conciertos al aire libre y pesca con mosca.
Montage ofrece una escapada clásica de montaña durante todas las estaciones. El hotel parecería salir de un libro de fantasía. Sus amplios salones de billar y largas terrazas no ponen límite al placer de sus huéspedes.
Sus 154 habitaciones de lujo y más de 66 suites y residencias, que van de uno a cuatro dormitorios, ofrecen amplios espacios con impresionantes vistas de las montañas. Su lobby, al estilo de la realeza rusa, desemboca en un largo y amplio pasillo con altas ventanas y pesadas cortinas. Aquí pasamos las horas de aprés-ski jugando billar y ajedrez, disfrutando del calor de las chimeneas y los cómodos sofás desde los cuales podíamos ver la nieve caer en la montaña.
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